martes, octubre 17, 2006

EL HOMBRE DETRÁS DE LA BELLEZA Y LA POLÉMICA



Daniel Samper Ospina, director de SoHo, habla sobre lo dulce y lo amargo de su cargo.


Cientos de mujeres en el país darían más de lo que tienen por recibir una llamada suya, otras tantas disfrutarían la conversación y le escribirían una crónica; miles de hombres le agradecen cada mes y otros prefieren demandarlo. Así es el día a día del director de una de las revistas más leídas y más polémicas del país: SoHo. Que sea él mismo el encargado de contarnos esas historias:


Adriana Molano: ¿Cómo llegó a ser director de la revista SoHo?
Fue en el año 2001, a mi me ofrecieron la dirección dos veces, la primera la rechacé porque creía que una revista como SoHo era muy insultante para la realidad social del país y la segunda dije: “si quieren pienso un proyecto editorial, de cosas que haría en la revista, que veo que no se hacen y si encuentro la forma en que la revista se vuelva una plataforma de periodismo literario y no sólo una publicación donde salgan modelos y carros y joyas, con mucho gusto acepto”.



Hacer que la revista respondiera a una tradición de revistas mensuales para hombres, sobre estilo de vida, que se han hecho en otros países, concretamente en Estados Unidos. Todo el movimiento de periodismo literario, de periodismo narrativo o de nuevo periodismo, finalmente se vio en Esquire, una revista gringa buenísima, y de alguna manera en Play Boy en la década de los sesenta, eran revistas que conjugaban la propuesta gráfica con la parte periodística venida de grandes firmas, con buenos temas, era un periodismo que no se hacia antes, basado en la técnica literaria. Entonces, si lográbamos que la revista fuera un punto de congruencia entre buenos escritores y la temática para hombres, se podría hacer en Colombia un producto que refrescara el periodismo y de alguna manera creo que eso ha pasado, más allá de las fotografías de las modelos, y de la desnudez de muchas de ellas que ha servido para replantear en términos morales el país, estamos tratando de atacar una doble moral que existe, según la cual es más escandaloso un desnudo que una masacre; más allá de eso creo que hemos abierto una plataforma que antes no existía.



Sharon Salazar: SoHo es una revista para hombres pero también muchas mujeres la leen, ¿se plantean artículos o secciones para ellas?
Creo que sigue siendo una revista hecha para hombres, al menos para mantener un discurso comercial, pero la estrategia editorial es muy incluyente, lo interesante de SoHo es que cualquier revista, cualquier edición, tiene algo interesante para cualquier género o edad. Mi sobrino de catorce años seguramente se concentrará en las fotos, pero mi abuela de setenta y dos encontrará artículos testimoniales interesantes para cualquier persona. Las temáticas de SoHo y los artículos especialmente buscan despertar interés. No hacemos nada concreto para mujeres ni tampoco nada concreto para niños, pero hemos tenido un público que nos acepta en diferentes edades y géneros, aunque la publicación esté enfocada a un hombre específico.

S. ¿Cómo han hecho para que la imagen de la mujer no sea degradada?
De golpe esa es la única deuda que he tenido conmigo mismo y el único complejo que yo podría tener todavía, pero de alguna manera lo he resuelto pensado que el modelaje es un oficio como cualquier otro, finalmente es una carrera y SoHo hace parte de un galardón en la hoja de vida de cualquier modelo, de esa manera salir en la revista no es un atentado contra la mujer ni mucho menos, sino una oportunidad dentro de una carrera de modelaje. Seguramente cualquier feminista pensará que es un horror que haya una mujer desnuda en una portada y que la mujer sea una especie de carnada comercial para que los hombres compren la revista, yo creo que son puntos de vista muy comprensibles, ¿por qué está mal el desnudo de una mujer de veintidós años y está bien el desnudo que sacó la Revista Número de Florence Thomas que tiene sesenta? Es relativo, simplemente creo que la mujer es un tema interesante en la vida de los hombres y que la revista lo aborda de ese modo, más bien invito a las revistas de mujeres a que saquen hombres en su portada y los entrevisto.

A. Por ahí dicen que usted es capaz de hacer desnudar a cualquier mujer ¿qué tan cierto es eso?
Yo creo que cuando la gente llega a las instalaciones de SoHo jura que va a encontrar una especie de palacio con jacuzzis prendidos, humeantes, llenos de modelos empelotas, pero ésto no es más que una revista, aquí hay un computador, allí hay siete redactores apiñados en un espacio. La verdad es que nadie es experto en desnudar a nadie, ésto se ve como un oficio, hay mujeres que no se quieren desnudar y no se desnudan, las que se quieren desnudar porque creen que es bueno para su carrera lo hacen y ya.

A. Pasando a un tema más serio, como es la demanda impuesta por un grupo católico en contra del artículo de Fernando Vallejo y las fotos de la Última Cena y la Crucifixión, ¿por qué decidieron publicar el artículo?

Porque nos pareció bueno en primer lugar; segundo, Fernando Vallejo en SoHo escribe de lo que se le da la gana; tercero, porque quisimos hacer una historia estética, basada ésta vez en el viacrucis de Cristo. Un par de números antes hicimos otras historias estéticas que eran versiones de cuentos infantiles para adultos, eran temáticas editoriales no desplantes morales, lo grave es que haya aparecido un grupo de personas que trate de limitar la capacidad creativa, decir hasta dónde puede uno llegar o no llegar, según ellos lo interpreten o no como un agravio para su fe católica, de todos modos, cuando uno tiene una fe sólida una fotico de éstas no le hacen mella.

A. Entonces la decisión de tomar las fotos de ese modo se dio pesando en ese mismo concepto estético.

Si, el de crear una historia fotográfica que fuera bonita y divertida, además el tema de la Última Cena era interesante porque se han hecho miles de versiones, pero muy pocas de ese modo, porque después de la denuncia nos dimos a la tarea de averiguar y algunos fotógrafos han hecho versiones en las que Cristo es reemplazado por una mujer desnuda. Nos pareció que se prestaba para el estilo de la revista el convocar a personalidades de la vida nacional, descontextualizarlos, que salieran de apóstoles y que además fueran diversos, para demostrar que todos cabían en la misma foto. Lo que pasa es que en Colombia la derecha católica es ortodoxa, absolutamente goda, doble moralista, y tuvo una reacción que puede ser respetable pero en todo caso es grave que nunca antes la haya tenido frente a otros temas, que me parece no sólo son morales sino éticos y criminales, como la violación de niños por parte de curas, yo no he visto que el señor Alejandro Ordóñez o los señores Corsio Otálora hayan saltado a la palestra, porque eso si ofendería la fe.

A. Supondríamos que ellos hacen escándalo cuando les conviene y guardan silencio cuando no.

Por lo menos tienen una moral muy particular, yo creo que es más ofensivo para la fe católica no unas fotos como éstas sino que haya unos curas que violen niños y ellos han debido exigir, si se creen dueños de la credencial suprema que los acredita como únicos católicos, por lo que aparentemente nos demandaron, deberían exigir a la iglesia que se purgue, pero han tenido un silencio cobarde.

A. ¿Todas las personalidades que aparecieron en la fotografía tenían conocimiento del artículo?

No, del artículo no, de la foto de ellos sí. Hay que decir que el artículo no se trataba concretamente de esa foto, sólo iba anexado a la historia fotográfica, pero ésta no ilustraba el artículo. Fernado Vallejo ha sido columnista de SoHo, esa vez escribió sobre los Evangelios y terminó siendo una bomba religiosa ese número, pero ellos sabían que íbamos a hacer una versión al estilo de SoHo con Alejandra Azcárate y que ellos serían los invitados como apóstoles y nada más.

A. ¿Alguno de ellos, después de conocer el artículo, manifestó su desacuerdo?

No hubo Judas, o no hubo ningún tipo sincero que lo dijera. No se si alguno se habrá molestado, pero hubo algunos que estuvieron particularmente solidarios y otros que no. “La Chiva” Cortés ha peleado con todo el mundo por hacer respetar su derecho a salir en fotos de éste tipo y otros han pasado más agachados, pero ninguno me llamó a criticar nada, o fueron muy respetuosos por lo que habían hecho o no quisieron pasar el oso de decir que se habían arrepentido, pero la mayoría está muy contenta con el resultado.

S. ¿Esperaba que esa foto en particular causara tanta controversia?

Honradamente yo pensé que iba a causar algo de polémica, pero nunca me imaginé que tanto. Después de ésto ya entiendo por qué los conflictos que más se eternizan en el tiempo son los religiosos, también entendí por qué los odios religiosos son casi irreconciliables, más que los políticos. En su momento creí que un lector de SoHo iba a entender, como efectivamente pasó, nosotros tenemos un tiraje 110.000 ejemplares, de los cuales el 52% son suscriptores, toda la edición se agotó y de los suscriptores recibimos sólo dos quejas, eso quiere decir que un lector natural de SoHo apreciaba estas fotos o al menos no le hacían daño. Lo curioso es que haya personas que en apariencia no deberían leer la revista y que la hayan comprado e hicieron hasta lo imposible por ofenderse, creo que bastaba con no comprar la revista.

S. ¿Cuáles fueron los argumentos que soportaron la demanda?
Uno, fue un artículo de Código Penal que habla sobre los daños o agravios a personas o cosas dedicadas al culto, y el otro era injuria y calumnia contra mí. El de daño y agravio supongo que es un artículo que ellos interpretaron de una manera particular, porque se refiere a las obras que se destruyen y ésta es una obra que se crea, estoy seguro que el artículo se refiere a daños y destrucción física.

A. Además, en su defensa se argumentó que el cuadro de la Última Cena es una representación artística, no un objeto de culto.
Si, es un cuadro, que nos demande Leonardo DaVinci pero no un grupo de católicos que además se abrogaron el derecho de representar a todos los católicos, porque en la foto casi todos son católicos, empezando por la modelo, entonces ella terminó demandándose a sí misma a través de un señor que la estaba representando su fe. Para ella, hacer una fotografía de éstas no era ir en contra de la religión, era un trabajo artístico. Básicamente eso era lo que alegaban, y que yo había cometido injuria y calumnia al publicar y promover la revista.

A. El Doctor Humberto de La Calle, actuando en su defensa, presentó un argumento muy puntual y era que no se debe confundir el delito con el pecado, si ustedes no cometieron ningún delito ¿se sienten pecadores?

No, mi relación con la iglesia católica llegó a un punto muerto, yo soy católico porque me formaron como católico, después fue desensamblarme psicológicamente para no sentir culpa, pero evidentemente no creo en la institución de la iglesia, en esa medida no me siento pecador porque no estoy dentro de la moral de la iglesia para juzgar. Lo que si me parece repugnante es que la iglesia, o esa ala derecha católica colombiana, sea tan manipuladora entonces, lo que para ellos podría ser un pecado, como la foto, lo tratan de convertir en un delito, pero cuando es al revés manejan las cosas de otra manera, cuando ellos cometen un delito, como curas que violan niños de doce años, ellos lo manejan como un simple pecado, su juez es Dios y eso no puede ser así, el juez tiene que ser un señor en Paloquemao como el juez de todos nosotros, pero ellos manipulan la cosa para que en unos el pecado se vuelva delito y en ellos el delito se vuelva pecado.

S. Partiendo de la demanda, ¿usted cree que en Colombia existe una plena libertad de expresión?
No la hay por hostigamiento jurídicos de ese estilo, pero lo que más atenta contra la libertad de expresión en Colombia no es que haya unos tipos demandando una revista por sacar unas fotos, sino cosas tan graves como la persecución y asesinato de periodistas de provincia al año y que no tienen repercusión nacional. Lo nuestro era un caso de atentando contra la libertad pero gracias a los términos civiles y civilizados y a la evolución de la gente dentro de la iglesia católica, uno puede terminar hasta agradeciendo que le pongan una demanda penal pero no que lo quemen en una hoguera o que le manden un sicario.

A. Usted cree que si el proceso hubiera continuado, por sus argumentos de defensa ¿los habrían declarado inocentes?

Yo siempre creí, no sólo que era inocente, sino que era absurdo que se hubiera aceptado el caso, pero uno no sabe, nos tocó un juez que estaba de acuerdo con eso, que tiene una visión de mundo parecida a la de uno, que separa los temas jurídicos y legales de los fanáticos y religiosos, pero con un juez que no pensará así, uno no sabe. Lo que habría sido grave es que hubiéramos sido condenados, no por la pena, sino por el precedente, porque cualquier persona podría aducir que siente lesionada su fe religiosa ante cualquier expresión que haya, porque si publican una caricatura de Quino con un San Pedro, la persona puede decir que cómo van a representar de esa manera a San Pedro, que es una falta de respeto y Quino terminaría preso, entonces quién pondría el límite de qué es ofensivo y qué no y terminaríamos en una cacería de brujas que haría imposible vivir en sociedad, por eso, al final prevalece el derecho a la libertad de expresión sobre el de la libertad de culto.

S. ¿Qué pasó con la campaña “SoHo por la libertad de expresión”? Antes, al abrir la página de internet aparecía resaltada, ahora no ¿por qué?

Porque ya salió el fallo, porque atravesamos ese momento, y seguir insistiendo sería una manera de hacer publicidad con eso y la verdad es que el espacio se creó para mantener informada a la gente que quería estarlo, sobre todo lo que pasaba con el caso, y de todas formas vamos a dejar una columna negra permanente para que se la roten personas distintas que escriban sobre lo que no les gusta de SoHo.


A. ¿Ustedes no van a usar ese “Por la libertad de expresión” como un caballo de batalla o como bastión editorial?
Como un caballo de batalla sí, como bastión editorial no. Sacaremos un libro con todo el caso para que quede el precedente en las universidades. Mantendremos la columna para siempre, en lo que no queremos que se convierta es en un sistema publicitario, ya con el caso resuelto, con todo aclarado, seguir exprimiéndolo sería un poco de mal gusto, nos quedamos con el concepto y la conciencia de estar vigilantes a que no haya atentados contra la libertad de expresión.

A. Durante el caso, las revistas de Publicaciones Semana, su casa editorial, se solidarizaron con ustedes, pero ¿algún otro medio también lo hizo en defensa de esa misma libertad de expresión?
Si, medios concretos como CM& y periodistas muchos: María Ximena Dusan, Julio Sánchez, con una columna en El Tiempo, Alberto Aguirre en Cromos, Antonio Caballero, Daniel Coronel. Hubo una gran manifestación en ese momento, no para transmitir su cariño hacia SoHo sino para señalar que lo que estaba en juego era algo que podía poner en peligro la libertad de expresión.

A. A partir de estos hechos y de lo que pasó ¿SoHo ha pensado cambiar sus políticas editoriales, ser más reservados o incluso autocensurarse?
De ningún modo, tampoco vamos a hacer todo lo contrario porque no vamos a alborotar el avispero, pero seguimos como si nada, de hecho, cuando el proceso estaba abierto, en la edición 69, cinco ediciones después de la del problema, le encargamos un tema al fotógrafo Mauricio Vélez, quien nos hizo varias fotos entre las cuales estaba la de una modelo vestida de monja, así llegó, nos pareció bonita la foto y así salió. Hace pocos números publicamos un artículo de Vallejo que se llamaba “Palabras a mi juez” en el cual despotricaba de la religión católica, cosa que está en su absoluto derecho de hacer y nosotros de publicar, de modo que no vamos a autocensurarnos, porque esa también es una de las grandes mordazas de la libertad de expresión, la idea no es hacerle daño a nadie.

A. Una vez terminado el proceso, ustedes querrán olvidar el incidente y seguir adelante ¿qué viene para SoHo?
Hacer lo mismo de siempre, tratar que la edición que sigue sea mejor que la anterior, dentro del desarrollo de las líneas que tenemos para crónica literaria, el respeto por los temas originales, un amor porque la revista tenga un status estético e intelectual, convocando firmas maravillosas que escriban de temas no livianos pero si cotidianos, en todo caso seguir haciéndole desplantes a este país viejo, ortodoxo, peligrosamente intolerante, que ve a una revista como SoHo como una amenaza para los valores aunque sea todo lo contrario, llena de buena producción y buena oferta intelectual.

Etiquetas:

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Hay fotos de esta entrevista?

11:10 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

se han hecho mejores entrevistas a Daniel Samper, el tema de de la Pasión y las tetas ya suena cliché, demasiado formal para una persona irreverente

6:48 p. m.  
Anonymous Lully desnuda said...

Apenas la leo y me ha encantado la entrevista. Él no deja de ser interesante y en todas sus manifestaciones aprendemos. Es todo un personaje colombiano. En cuanto a su labor, por algo la revista permanece vigente y a la vanguardia.

Best regards!!

2:06 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

Free Site Counter
Get a Free Site Counter