martes, septiembre 12, 2006

EN PRODUCCIÓN

Cine con firma de productor. Con “Soñar no cuesta nada” CMO Producciones rompe la tradición.

A: Incluso desde antes de su lanzamiento “Soñar no cuesta nada” se posicionó como la película colombiana del año. Un reparto estelar, la música a cargo de los ídolos nacionales del momento y la dirección de Rodrigo Triana. La nómina completa para un éxito.

Pero lo poco conocido de ésta cinta es que, aunque Triana aportó todo su talento, la historia no es de su propiedad, la verdadera autoría responde a CMO Producciones.

Liderado por Clara María Ochoa y con el apoyo continuo de su socia y productora ejecutiva de la cinta, Ana Piñeres, demostraron que una película de buena factura puede realizarse en Colombia y en seis meses.

Para respondernos algunas dudas sobre la cinta, Ana Piñeres nos contó sobre su producción:



Jorge: Nos encontramos con Ana Piñeres, productora ejecutiva de la película “Soñar no cuesta nada” a quien le realizaremos algunas preguntas sobre el contexto y el desarrollo de la misma.

¿De dónde viene la idea de hacer la película?

La película es básicamente una idea de mi socia Clara María Ochoa en CMO Producciones que es nuestra casa productora, recuerdo en mayo de 2003, ella abrió el periódico y vio la noticia de la guaca, de cómo había sido el hallazgo de éstos soldados y ella es una mujer que en el medio del cine le decimos “El rey Midas” porque todo lo que Clara María toca es generalmente un muy buen proyecto y al ser una mujer visionaria dijo éste es el tema de la próxima película. Yo en un principio no le creí mucho, porque ella siempre tiene ideas y empieza a desarrollarlas, pero esa misma noche ella ya estaba reunida con nuestro guionista de cabecera, Jorg Hiller, con quien hicimos “Como el gato y el ratón”, la ópera prima de Rodrigo Triana y se empezó a desarrollar el tema.
Fue una idea de Clara María, ella quería contar la historia pero no hacer un documental, quería que fuera una película de ficción y además era muy complicado hacer una película con 147 protagonistas, entonces lo que se hizo fue canalizar todas esas historias en cuatro protagonistas y contar la historia a través de sus sueños y así nació “Soñar no cuesta nada”.

Adriana: CMO Producciones fue quien presentó el proyecto ante el Ministerio de Cultura, ¿cómo fue el proceso para ganar la convocatoria?
Últimamente las convocatorias de la Dirección de Cinematografía del Ministerio son bastante sólidas en la medida en que cada vez tienen mejores jurados y mejores premios, gracias a la Ley de Cine. Nosotros presentamos el proyecto y nos ganamos el dinero, porque buscaban un proyecto con un presupuesto sólido, con viabilidad y con un guión interesante, esto lo encontraron en nuestra propuesta. Además de eso, nosotros ya teníamos inversionistas que querían invertir en la película, entonces su viabilidad era muy alta, porque el dinero se captó y se hizo la película.

A: Ustedes sacaron ésta película en tiempo record, se tardaron seis meses en trabajo de preproducción, producción y postproducción más lanzamiento
El nuevo cine que quiere hacer CMO Producciones, nosotros en nuestra primera etapa hicimos películas de director como “Bolívar soy yo”, “Como el gato y el ratón”, parte de “Rosario Tijeras”, pero la nueva forma de hacer cine para nosotros es hacer cine de productor. Cuando un productor está a la cabeza de un proyecto, te garantiza que están los dineros, que el casting se va a elegir, que van a haber las locaciones, en general, que va a ser viable el proyecto, en cambio cuando se hace cine de director, dónde él hace su guión y él mismo tiene que conseguir el dinero, pero el director no tiene porque ponerse en esas, él es un artista, tiene que crear y no estar buscando plata. Lo bueno con Rodrigo Triana fue que nosotros lo contratamos para que dirigiera la película y él solamente se preocupó por la parte artística y por eso creería yo que lo hizo tan bien.

J: En el diseño de la historia, ¿qué fuentes consultaron ustedes para desarrollarla?
Ésta es una película que se tuvo que hacer con mucha investigación, porque nosotros no queríamos ir a las fuentes que había sobre el tema, la idea no era ir a los libros, porque uno no puede contar una historia a través de alguien que ya la contó. Nosotros fuimos a la matriz, a los expedientes, a los abogados, tuvimos acercamientos con los soldados que estuvieron en el lugar de los hechos, a través de esas historias que se recogieron, junto al guionista empezamos a construir nuestra propia historia. Nosotros no queríamos hacer un documental ni contar la verdadera historia de la guaca de las FARC, porque eso está en los expedientes y en los periódicos todos los días, nosotros queríamos contar algo más humano, lo que vivieron soldados de carne y hueso. Además, parte de la campaña publicitaria consistía en preguntarle a la gente ¿qué haría usted si se encontrara 46 millones de dólares?, porque es muy fácil juzgar pero qué haría alguien en esas circunstancias.

A: ¿Cuál fue la información más difícil de conseguir?
Digamos que los contactos con los soldados, porque en ese momento a ellos ya los estaban buscando, eran prófugos, pero como nosotros no somos la policía, nosotros íbamos a buscar la historia, no a delatarlos, entonces fue difícil llegar a ellos, pero a través de contactos con sus abogados les hicimos saber que lo que nosotros queríamos era conocer su versión de la historia.

J: ¿Qué interés tienen ustedes como productores al llevarle al público una historia como ésta?
Los productores somos hacedores de sueños y los directores son contadores de historias, lo que hicimos fue contar una historia muy colombiana, aunque también pasó en China hace unos años, pero nuestro único interés es seguir haciendo industria en éste país, nos pareció interesante, se nos atravesó la historia en el camino y la idea es seguir contando muchas más historias, por ejemplo, ahora empezamos con “El amor y otros demonios” que es contar una historia de la literatura nacional, de Gabriel García Márquez, también estamos haciendo “Esto huele mal” de Fernando Quiróz que dirigirá Jorge Alí Triana.
Lo que queremos es contar historias, nos estamos apartando de ese cine colombiano, sin ser peyorativos, queremos contar historias que no hablen solamente de narcotráfico o pornomiseria, porque es un tema recurrente, aunque no es ni bueno ni malo, uno habla de lo que sabe, nosotros queremos contar historias diferentes, agradables.

A: Siempre se ha dicho que Colombia es el país de las maravillas y “Soñar no cuesta nada” es una de esas sorpresas, difícil de contar por su sencillez, pero ustedes lo que hicieron fue apartarse de la política, de lo estatal y de lo militar y contaron una historia del pueblo
Indiscutiblemente nosotros no pertenecemos ningún partido político ni nos interesa hacerlo, esa no era nuestra intención, y creo que se capta al ver la película, porque quien va sabe de qué lado estábamos nosotros, del lado de contar la historia. Tal vez para la segunda parte tomemos partido si es que el país lo ha hecho, pero el tono en éste momento era sólo contar una historia. Habrá otras películas basadas en hechos reales, dónde uno se pueda comprometer nada, pero en éste caso bastó para que la gente pensara por sí sola.

J: La historia se cuenta desde la comedia y lo curioso, ¿por qué no la hicieron a modo de documental?
Porque esa es su película, y la de muchos otros colombianos, no la nuestra. Nosotros no somos documentalistas y no queríamos contar, nosotros somos realizadores de ficción.

A: Ya nos adelantaste sobre una segunda parte ¿se va a mantener a los mismos protagonistas, el mismo director y la misma línea temática?
Si ustedes vieron la película se dan cuenta que hay muchas historias que contar, además la historia real, que supera la ficción, sigue adelante. A la gente le encantaría saber qué pasó con esos personajes en el marco del juicio, qué pasó con el dinero que pudieron coger, esas historias hay que contarlas, y contarlas a través de los mismos personajes, se tendrá el mismo equipo creativo. Seguramente no contaremos la historia que se ve día a día, pero hay un escenario maravilloso que está en los expedientes, como lo que está sucediendo ahora con la segunda guaca y el juicio mismo.

A: A propósito del juicio, ustedes no sé si corrieron con mucha suerte o si fue premeditado, pero estrenaron justo para la fecha en que se realizó el juicio ¿la fecha del lanzamiento se escogió pensando en eso?
Yo creo que cuando a uno lo quiere papá Dios las cosas le salen bien. Sin lugar a dudas todo estaba alineado, cuando nosotros iniciamos queríamos ser ejemplo de una producción rápida, demostrar que en Colombia sí se puede hacer una película en tiempo récord, bien hecha. Teníamos nuestro cronograma y cuando empezamos en diciembre a trabajar en el guión técnico, proyectamos estrenar en agosto, y sucedió que paralelamente estaba lo del caso, pero no era que lo hubiésemos premeditado, pero salió y fue maravilloso para el público que estaba ávido de conocer esa historia, porque lo que sabía era lo que salía por televisión o en el periódico, yo creo que parte de la aceptación del público tiene que ver con que es un hecho reciente.

J: ¿Cree que la película ayuda a que el público se forme una opinión frente al proceso judicial?
Ese es un tema en el cual no hemos querido meternos, pero si nos han dicho muchísimas personas, que se han ido a favor de los soldados y que si antes no tenían un juicio, se sumó la película a todas las noticias que hablaban del caso y de la injusticia, por darle un nombre, que sucedió con los soldados, si eso fue así, creería que aportamos algo al país y algo al proceso, porque parte de lo que debemos hacer los realizadores de cine es plantear cosas, generar preguntas y que nuestras historias sirvan para algo, bien sea para divertir o para que el país tome partido.

A: Apartándonos de “Soñar no cuesta nada” y pensando en la cinematografía y en ese cine de productor ¿cuál es la estrategia que van a seguir en sus próximas películas?
Eso es lo que pensamos, igual muchas películas serán de productor y muchas películas serán de autor, lo que queremos mostrar es que somos facilitadotes para el cine, porque en éste caso fue una película que nació desde la casa productora, pero llegará algún director y nosotros seremos realizadores de su sueño. Si pensamos en la agilidad en la realización, esa se la da el profesionalismo de CMO Producciones y la financiación y en ese nos apoyamos en la Ley de Cine, lo que sí tenemos claro es que se debe hacer un cine que no se envejezca, porque muchas veces al ver una película colombiana, se tiene un look que el espectador siente que se hizo hace diez años, en algunos casos es así, porque conseguir el dinero no es fácil, pero gracias a la Ley de Cine no se tiene que ir con el sombrero a buscar un altruista para que crezca el cine nacional.
Nosotros lo que queremos mostrar es que el cine es un negocio, que si se invierte se tiene una exención tributaria, así gana el cine, gana la película y gana la persona que invirtió. El cine es una industria, un generador de ingresos, pero al mismo tiempo se debe usar para contar historias que se tienen que contar, así pasó en México, en Argentina y España y creo que el cine colombiano tiene que llegar a eso.

A: ¿Clara María Ochoa Producciones le está apostando a eso?
Cuando uno hace una película uno no le apuesta a ganar tal festival, no lo hace por los premios ni por el reconocimiento, simplemente lo hace porque hay que hacer algo bien, y estamos enfocados a que haya una eclosión de la industria cinematográfica, para que se consolide, para que la gente que trabaja en el cine viva de eso. Para eso es que se está trabajando, para generar una industria y contar todas esas historias maravillosas que tenemos aquí

J: Para concluir quisiéramos saber ¿qué implicaciones cree que tiene la película en la sociedad, cómo la marca?
Vuelvo a lo que he dicho, nosotros queríamos contar una historia y si eso genera preguntas, hace que la gente piense y se ponga los pantalones en el caso de los soldados y pueda tomar partido, entonces se cumplió. A mi me gustan las películas que me toquen, que me hagan reír mucho o que me hagan llorar, las que me mueven, y si ésta película logró eso dentro de los colombianos, entonces se logró el objetivo.
Algunas personas dicen me encantó la película, pero otras dicen que les pareció un poco light, en éste caso la película no quiere ser un ladrillo, el expediente judicial lo es, pero se encuentran historias maravillosas de las cuales se tiene una memoria selectiva que terminan siendo las que sirven en la vida, entonces, como todo en la vida, habrá películas que te queden de cultura general como habrá otras que te marquen y eso sólo lo sabe el espectador.

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