martes, noviembre 07, 2006

¿CÓMO VENDER UN DISCURSO?

El pasado 20 de octubre, el Presidente la República, Álvaro Uribe Vélez, luego del atentado con un carro bomba contra las instalaciones de la Escuela Superior de Guerra en Bogotá, pronunció un discurso, del cual, más allá de lo que dijo, que se resume en abandonar todo tipo de negociaciones y volver a las armas, nos preguntamos ¿por qué se dedicó a entregar copias en las calles de la capital días después?

La respuesta no viene más que desde la comunicación, desde su oficina de prensa y desde su agencia publicitaria. Como buenos profesionales, sus asesores en dichos campos le aconsejaron publicar un libro de bolsillo con el texto completo pronunciado en la Universidad Militar, para que la ciudadanía lo tuviera en sus manos y pudiera sacar sus propias conclusiones, sin la influencia de los generadores de opinión.


Para los seguidores de la primera campaña de Uribe, el texto es el sueño hecho realidad, porque con él se cierra la puerta a las negociaciones, los diálogos y se vuelve a la lucha contra el terrorismo. Para los contradictores del gobierno, el texto es toda una pesadilla, casualmente por las mismas razones.

Lo cierto es que, desde una mirada comunicativa y, si se quiere, netamente estética, la publicación requiere su propia interpretación. Vamos de atrás para adelante. En la contraportada, impresa a full color en opalina plastificada, una foto del Presidente rodeado de la prensa nacional, con un primer plano del motor del carro bomba destruido. Para conseguir la imagen tan disiente, fue necesario que prensa, fuerzas militares y gobierno se olvidaran de cinta amarilla de seguridad, violando toda posibilidad de conservar la escena del crimen intacta para la investigación, permitiendo que se pararan sobre ella y por qué no, si querían llevarse un par de cables o dejar huellas que complicaran la búsqueda no había problema, al fin y al cabo ya se sabía quién era el responsable a sólo media hora de haber sucedido los hechos.

En la parte baja de la misma contraportada, con letras blancas, aparece una cita tomada del discurso, que resume las 16 páginas, pidiendo a los países que ofrecieron su apoyo en una negociación, que cambiaran de idea y mejor dieran su apoyo militar y de inteligencia al gobierno, para intentar un rescate militar de los secuestrados en poder de las Farc.

Para la primera página, en igual policromía, el señor Presidente aparece mientras pronuncia su enérgico discurso y levanta el brazo derecho recordando la “mano dura” prometida en campaña. A su espalda los Ministros del Interior y de Justicia y de Defensa, sombríos y con igual gesto de dureza, se muestran inmutables ante los hechos y las palabras.

Pero esa fotografía apenas ocupa la mitad de la portada, justo debajo aparece un texto entre signos de admiración, como un llamado a la ciudadanía, para que se levante, por el futuro de las nuevas generaciones, contra el terrorismo para evitar padecer su esclavitud. No repetiré lo mismo que dije sobre la cita en la parte posterior del cuadernillo.

Autor, ciudad y fecha de publicación cierran la portada y en la primera página impresa se abre con la misma frase en admiración. No se puede hacer más obvio el mensaje que se quiere transmitir. La alocución fue televisada, emitida en radiodifusión nacional para que llegara a las poblaciones más remotas, fue puesta en internet, ahora está publicada y el mismo Presidente lo regala en las calles de Bogotá, qué más pueden pedir los asesores de comunicaciones de Presidencia, por qué ¿si no es así, cómo se vende un discurso?

Etiquetas:

Free Site Counter
Get a Free Site Counter